Wien, capital de Austria está situada junto a las orillas de río Danubio.
La ciudad es sinónimo de música y de ópera. Aquí nacieron alguno de los mejores compositores de la historia, como Strauss, Beethoven o Mozart.
En esta entrada os mostraros lo mejor de Viena para poder visitarla en dos días. Sin embargo no es todo lo que se puede visitar, ya que la ciudad es muy grande y con mucha riqueza cultural.
Empezamos nuestro primer día en Viena visitando el Palacio Schönbrunn, ya que nuestro hotel esta muy cerquita. Este palacio es la antigua residencia de verano de los Habsburgo.
Después decidimos alquilar unas bicicletas para movernos por la ciudad en lugar de tener que usar el metro. El servicio de bicicletas públicas se llama “City Bike Wien”.
Hay 100 estaciones de bicis repartidas por la ciudad y carril bici, de modo que es una buena opción para moverse.
Para empezar a usarlas hay que registrarse previamente por solo un euro. Para coger después estas bicis se necesita la tarjeta de crédito registrada, introducir el número pin y seleccionar la bici que quieres.
La primera hora es gratuita, y pasado 15 minutos puedes volver a cogerla y tener otra hora gratis. Al final nosotros en dos días solo pagamos 3 euros, 1 euro del registro, y luego otros dos euros, porque un día nos pasamos de tiempo ya que no encontramos hueco en las estaciones del centro para dejarla.
Una vez con la bicicleta nos dirigimos hasta la Ringstrasse. Este anillo circular, no es solo una calle como tal, sino que el círculo esta formado por varias calles cuyos nombres acaban en “Ring”.
En total tiene más de 5 kilómetros, de modo que con bicicleta es la mejor forma de visitar todo.
Durante este recorrido podemos ver:
La Ópera Nacional, de estilo neorrenacentista. Es una de las óperas más importantes del mundo. Cada temporada se representan decenas de óperas y ballets.
El Kunsthistorisches Museum, museo de arte, con obras de los pintores más importantes.
El Naturhistorisches Museum, el museo de natural-histórico, que alberga todo tipos de animales, hasta dinosaurios y minerales.
El Parlamento, se realizó entre los años 1874 y 1883 y recuerda a los monumentos griegos. Delante del edificio hay una estatua de la diosa Helena.
El Ayuntamiento, se construyó en 1872 y tiene estilo gótico flamenco. En su torre, esta el Rathausmann, símbolo de Viena.
Allí damos una vuelta por el mercadillo que montan delante, donde se puede comer, escuchar música, ver actuaciones y cine en una pantalla gigante.
El Burgtheater, se inauguró en el año 1741 y es de estilo clásico.
La Universidad, con un estilo neorrenacentista. Es de 1365, de modo que es una de las más antiguas.
La Bolsa de Viena, la más antigua del mundo, fue fundada en 1771.
La Iglesia Votiva, se edificó por agradecimiento a Dios cuando hubo un atentado fallido contra el káiser Francisco José.
El Museo de Artes Aplicadas, que tiene obras de arte, mobiliario y piezas del Modernismo.
Nuestro segundo día lo dedicamos al centro de Viena.
Empezamos visitando el Palacio Imperial de Hofburg, la antigua residencia Imperial de los Habsburgo.
El palacio es enorme, hay varios museos y edificios.
El Museo Albertina, en la parte sur del Palacio Imperial tiene obras de arte.
Más adelante nos encontramos con la Iglesia de los Agustinos, donde se casaron Francisco Jose y Sisi entre otros.
Al lado está la Escuela Española de Equitación. A cual nuestra sorpresa…esta considerada una de las mejores escuelas de equitación del mundo.
Después de un buen rato visitando el palacio continuamos nuestra ruta caminando hasta la Catedral de San Esteban, de estilo gótico. La preciosa catedral se caracteriza por su torre.
Desde la Catedral iremos por la calle Graben donde encontramos el monumento Pestsäule, el cual se construyó al superar la ciudad un brote de peste.
Más adelante esta la Iglesia de San Pedro (Peterskirche) inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma.
De aquí continuamos hasta Judenplatz, donde encontramos un monumento en honor al pueblo judío. Pone los pelos de punta ver en las baldosas que rodean al monumento los lugares donde encontraron judíos austriacos asesinados.
En esta plaza también se sitúa el Museo Judenplatz Wien y unas excavaciones de una sinagoga medieval.
Desde aquí vamos a ver la Plaza de Hoher Markt, donde se encuentra el reloj de Anker. Este es famoso por tener un carillón.
En la plaza también está Vermählungsbrunnen.
Cogemos de nuevo la bici para ir al parque de atracciones vienés Prater. La entrada al parque es gratuita, ya que se paga por subir a cada atracción de manera independiente. Como haríamos aquí en las ferias de las fiestas.
Después de dar un paseo en el Prater y ver sus atracciones, vamos con la hasta la Kunst Haus Wien, un edificio pintado con diferentes colores y de formas totalmente irregulares.
Estas casas fueron diseñadas por el pintor Friedensreich Hundertwasser. El quiso aquí crear un centro de exposiciones con sus obras.
Desde aquí vamos a Schwarzenbergplatz, para ver el monumento en memoria a los soldados rusos fallecidos en la Segunda Guerra Mundial.
Nuestra última parada es el Palacio Belvedere, uno palacio impresionante. Consta de dos palacios, el Belvedere Superior y el Inferior; en la actualidad se expone en su interior obras austriacas.
Después de estos dos días vemos lo fundamental de Viena, pero dejamos cosas en el tintero para volver en otra ocasión. ¡Nos vemos en la siguiente parada!