La Ciudad del Vaticano es el corazón de la iglesia católica, un país independiente dentro de la ciudad de Roma.
¿Cómo llego hasta el Vaticano?
Además de poder ir andando, puede usar el transporte público. Tanto el autobús como el metro llegan hasta la Ciudad del Vaticano.
– Autobús número 64. Sale desde el exterior estación de Termini.
– En Metro es la Línea A, parada Ottaviano-San Pietro-Musei Vaticani. El metro te deja a unos 10 minutos de los Museos del Vaticano.
Consejos para realizar vuestra visita:
- El primer consejo que te da todo el mundo es comprar las entradas por internet para evitar las colas. En nuestro caso no fue necesario ya que no había absolutamente nada de cola. Así que recomendaría ir el sábado antes de final de mes, ya que ese domingo es gratuito y la gente se espera a ir ese día en lugar del sábado.
- Estamos visitando monumentos religiosos de modo que no se permite ir con pantalones y faldas muy cortas, así como con camisetas de tirantes.
¿Qué ver en un día en el Vaticano?
Nos levantamos pronto para empezar la visita a primera hora de la mañana por los Museos Vaticanos.
Museos Vaticanos
Es tan grande que falta varios días para poder contemplar todos, así que lo mejor es pensar que salas se quieren visitar. Nosotros empezamos sin organización previa, y al final acabamos saturados, y Nicko hasta mareado.
Para nosotros lo imprescindible son:
Las salas del Museo Gregoriano Egipcio, aquí veremos restos del antiguo Egipto.
El , museos de esculturas de la cultura griega y romana.
Las estancias de Rafael, los aposentos de Julio II della Rovere.
Las estancias desembocan en la Capilla Sixtina, el gran tesoro del museo. Como decíamos el día que fuimos no había demasiada gente, pero es posible, que en temporada alta para llegar hasta la Capilla Sixtina se haga cola.
En la Capilla Sixtina, no está permitido hacer fotos y los vigilantes son muy estrictos en este punto.
Plaza de San Pedro
Para terminar salimos a la inmensa Plaza de San Pedro. Aquí por fin a Nicko se le empieza a pasar la pájara.
La construcción de la plaza se realizó en el siglo XVII por Bernini, bajo el mandato del Papa Alejando VII.
En la plaza destaca también su portico, con decenas de columnas y estatuas de santos realizadas por los discípulos de Bernini.
En el centro de la plaza por si era poco hay un obelisco real Egipcio y dos fuentes.
En la plaza vemos los famosos miembros de la Guardia Suiza, el cuerpo militar encargado de la seguridad del Papa y de la Santa Sede.
Basílica de San Pedro
Finalmente entramos en la Basílica de San Pedro.
Si viajáis en temporada alta tendréis tiempo de contemplar la plaza durante un buen rato mientras haces cola para poder pasar el control de seguridad que da acceso a la Basílica.
Dentro de la Basílica veremos la famosísima Piedad de Miguel Ángel y las tumbas papales. También hay posibilidad de subir a la cúpula y ver la plaza desde lo alto pero en este caso es previo pago, y aguantando otra cola. Nicko ya no podía más así que no subimos.
Agotados terminamos nuestra visita en este pequeño país, y ponemos el punto y final a nuestro interrail.
¡Nos vemos en la siguiente parada!