Llegamos a Rabat, la capital de Marruecos, y una de las cuatro Ciudades Imperiales, junto a Marrakech, Fez y Meknes.
A continuación os contaremos que ver en Rabat en un día, aunque si váis con tiempo merece un par de ellos.
Según entramos en Rabat, lo primero que hacemos es dejar el coche en el Parking Bab Al Had. Tiene un precio muy económico y además tenemos al lado la puerta para entrar en la medina.
La Medina de Rabat
Lo primero que haremos será dejar las cosas en el Riad y salir a conocer la ciudad. Las calles de las medina son estrechas como es normal, y están repletas de gente, incluido muchos turistas.
Después de llevar varios días por ciudades poco turística, aquí volvemos a la realidad, y dejamos de llamar tanto la atención.
Lo bueno de esta medina es que es mucho más ordenada que otras y por lo tanto es más sencillo para moverse y orientarse. Su calle principal es la avenida Mohammed V.
Lo mejor es callejear por los distintos zocos de la medina, la cual esta considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Alcazaba de los Oudayas
Salimos caminando por el lado contrario de la medina para visitar la Alzacaba de los Oudayas. Un rincón único dentro de Rabat, es como viajar a otra ciudad completamente.
Se llama así por la tribu árabe Udaya, que vivió aquí en el siglo XIII. El barrio está dentro las murallas del siglo XI.
En la entrada vemos un puesto donde nos llama la atención que están haciendo un zumo con caña de azúcar. Esta será primera vez que lo vemos en nuestro viaje por Marruecos. Paramos a comprar uno, y madre mía! Que cosa más rica, a partir de este día, cada vez que vemos un puesto de estos, tenemos que parar jeje. Tenéis que probarlo sin falta!
Dentro de esta fortaleza, descubrimos un barrio de casas pintadas de azul y blanco con mucho encanto.
Lo mejor de la Kasbah des Oudaias son sus callejuelas y sus vistas al mar, hacen que sean un paseo muy relajante (y más bebiendo nuestro zumito jaja).
Dentro de la Kasbah veremos también la mezquita más antigua de Rabat.
Antes de entrar en la fortaleza, o en nuestro caso fue a la vuelta, podréis ver también en el Jardín Andalusí.
Aunque tiene un diseño andalusí, fueron fundados por los franceses a principios del siglo XX.
Playa, Faro y Cementerio Musulmán de los Mártires
Saliendo de la Kasbah con dirección al mar, atravesaremos la playa, donde veremos mucha gente disfrutando del día y a surferos.
Si sois aficionados a este deporte, aquí tenéis sitios donde alquilar material, o incluso dar clases.
Seguimos caminando dirección al faro, y para eso pasaremos por delante del cementerio musulmán.
No es una “parada turística” pero es impresionante, por sus miles de tumbas con vistas al mar.
Seguimos bajando la colina y llegamos hasta el Faro de Rabat. En la actualidad su funcionamiento es automático.
Torre Hassam y Mausoleo Mohammed V
Movemos el coche y aparcamos justo en la entrada de la Torre Hassan. Estan son las ruinas de una antigua mezquita frustrada del siglo XII. En el momento de la muerte del sultán Yacub Al-Mansur, la construcción quedó inacabada.
El minarete tiene 44 metros de altura (de los 86 metros proyectados), y esta rodeado por columnas. Mola imaginar cómo habría sido si la obra hubiera sido terminada..
En el mismo lugar, se encuentra el Mausoleo del rey Mohammed V.
La edificación es utilizada como panteón familiar de la dinastía alauí, y los restos de Hassan II, padre del actual rey.
Es una maravilla arquitectónica, no se han andado con penurias, todo construido con materiales caros de alta calidad.
Podréis ver toda la zona siempre custodiada por guardias reales, vigilando tanto a pie, como a caballo en los exteriores. Son majos y no nos pusieron ningún pero en hacernos una foto con ellos.
La Corniche, el paseo marítimo de Rabat
Qué mejor manera de terminar el día que con un agradable paseo por la Corniche, el paseo marítimo de Rabat.
Empezamos a andar y llegaremos hasta la Torre Hassan. Es un paseo con muchísimo ambiente, con restaurantes y atracciones para niños.
Desde aquí vemos la entrada de mar que separa Rabat y Salé, y al barrio La Marina. Además de los chulísimos barcos pesqueros.
El viaje continua dirección a Casablanca. ¡Nos vemos en la siguiente parada!